Ley de ‘start-ups’: descubre todas las claves
En diciembre de 2022 se aprobó la ley de start-ups, que establece un marco normativo para la creación y crecimiento de empresas emergentes. Te contamos qué implica para las empresas que se encuentran en este grupo.
¿Qué se considera start-up y qué requisitos debe cumplir?
Una start-up es una empresa de nueva creación que, gracias al uso de las tecnologías de la información y comunicación, presenta grandes posibilidades de crecimiento y escalabilidad del negocio.
De acuerdo a la ley en cuestión, la Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, se deben cumplir los siguientes requisitos para ser una start-up:
- Tener una propuesta de valor innovadora, por lo general con base digital, que presente nuevos productos o servicios o mejorados.
- Ser de nueva creación o que no tenga una antigüedad mayor de 5 o 7 años en ciertos sectores estratégicos.
- Disponer de sede o domicilio social de manera permanente en España y que el 60 % de la plantilla esté contratada en este país.
- No haber distribuido dividendos y que no cotice en ningún mercado de valores.
- Contar con un volumen de negocio anual que no supere los 10 millones de euros.
8 puntos clave de la ley de start-ups
Algunas de las mejoras incluidas en la ley de start-ups son:
- Agilidad en la constitución de empresas por medio telemático, sin costes de registro ni notariales.
- Reducción de los costes en la fase inicial del proyecto: disminución del tipo impositivo en el Impuesto de Sociedades y en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes. Se pasa de un 25 % al 15 % durante un máximo de cuatro años, desde que la base imponible sea positiva hasta los tres años siguientes.
- Eliminación de la doble cotización a la Seguridad Social para los autónomos societarios que tengan de manera simultánea un empleo por cuenta ajena (para mejorar la repatriación de talento).
- Mejoras en el tratamiento fiscal de las stock options (opciones sobre acciones), que permite retribuir a los trabajadores de una empresa emergente con acciones y participaciones sociales.
- Ampliación de la vigencia de autorizaciones iniciales de residencia para emprendedores, inversores y estudiantes extranjeros; y creación de un nuevo visado para nómadas digitales.
- Tratamiento fiscal específico para el llamado carried interest como rendimiento del trabajo en el IRPF que lo integra en un 50 % de su importe bajo ciertos requisitos (el restante 50 % no tributa).
- Reducción en los trámites burocráticos para inversores extranjeros con el fin de facilitar los procesos de inversión en empresas españolas.
- Permiso para solicitar una licencia de prueba temporal por un año para empresas emergentes que operan en sectores regulados.
Si eres una empresa emergente o quieres crear una, consulta antes los detalles de la ley con un abogado de derecho mercantil para beneficiarte de la ley de start-ups.
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